Entre las montañas de la pintoresca y rústica ciudad camboyana Phnom Penh, se encuentra uno de los templos más imponentes y majestuosos del mundo: el Wat Phnom. Este santuario fue construido en 1373 a 73 metros sobre el suelo y es considerado un tesoro, no solo de la ciudad, sino de la cultura budista en general.
Según la leyenda, Daun Penh, una viuda que caminaba por el bosque encontró un bello árbol Koki en medio del río. Al acercarse se percató de que dentro del árbol se encontraban 4 estatuas de Buda, por lo que decidió construir un pequeño pero bello mausoleo en la colina para proteger las figuras sagradas. De ahí el nombre que recibe, que significa “Pagoda de la montaña”.
En el año 1437, tras finalizar la construcción del Palacio Real en Krong Chaktomuk Mongkol, se elevó el templo por órdenes del Rey Ponhea Yat. Desde entonces es el punto de reunión principal de los fieles budistas de Camboya, sobre todo en Año Nuevo.
Pero, ¿por qué Wat Phnom es un imperdible al visitar Camboya? Solo basta con ver su cúpula dorada desde el bulevar Norodom para alcanzar a asimilar un poco de su esplendor y belleza. Desde lejos ejerce en quienes lo observan la necesidad de acercarse. Es un sitio lleno de energía que guarda cientos de tesoros de la cultura asiática,en un pequeño pero impresionante escondite a mitad del bosque.
Entrando a este bello sitio se pueden admirar hermosas esculturas de diferentes estilos de arte asiático. Su altar principal es la base de la estatua de Buda, y la estupa ubicada a un costado contiene las cenizas del rey y su familia. Las paredes del templo están cubiertas con enormes y detallados murales, que cuentan la historia de Buda desde su iluminación, la historia de Daun Penh y la del Reamker (el Ramayana camboyano).
También se encuentran en el lugar 2 grandes figuras de estilo chino tradicional que aluden a los sabios Thang Cheng y Thang Thay, así como 2 guardianes con dibujos tallados de Confucio.
Para ingresar al lugar se debe subir una sencilla escalera de ladrillo, custodiada por serpientes y leones de piedra. La combinación de materiales simples con trabajos artísticos de labrado, tallado y pintura tan espectaculares, hacen del templo Wat Phnom un lugar exquisito para admirar por horas. Cada elemento del templo tiene un porqué que va más allá de lo decorativo.
Wat Phnom es visitado diariamente por cientos de fieles que acuden a rezar y pedir por su salud y buena fortuna. A las afueras del templo se pueden observar niños jugando y personas vendiendo artesanías y comida típica a los turistas. Todo esto le da a Wat Phnom un toque de calidez y tradición especial.
Este santuario es uno de los sitios que todo turista debe visitar en Camboya, no solo por su espectacular belleza, sino por ser un lugar donde la energía de su profundo pasado y la paz de su ambiente, se equilibran.
Wat Phnom abre sus puertas de 7 am a 6:30 pm y la entrada al área considerada como museo tiene un costo de 2 dólares por persona. En tu visita no dejes de recorrer los caminos aledaños, rodeados de altos árboles y exóticos paisajes.