Uzbekistán resguarda algunas de las ciudades que por siglos fueron disputadas entre inmensos imperios. Además, por ser puntos de encuentro de culturas milenarias esconden un enigmático encanto único en la faz de la Tierra.
Uzbekistán es uno de los países clave en la denominada “Ruta de la Seda”, punto de encuentro comercial del Oriente. Con diversas e importantes influencias culturales y artísticas de diferentes civilizaciones antiguas, el país resguarda encantos escondidos, sobre todo en 3 hermosas y peculiares ciudades.
Khiva
La primera es Khiva, ciudad localizada entre 2 impresionantes desiertos: Kara-Kum y Kizil- Kum. Por esto para muchos es también un oasis donde antiguamente los comerciantes encontraban sitios para descansar e intercambiar sus productos.
Khiva es también un centro donde convergen principalmente el islam, el judaísmo y el budismo. Por esto es sede de impresionantes ciudadelas repletas de monumentos, mausoleos y mezquitas. La ciudadela Itchan Kala, por ejemplo, está limitada por enormes paredes de ladrillo y es un barrio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Itchan Kala contiene más de 50 monumentos y 250 viviendas antiguas que son vestigios auténticos de la imponente arquitectura musulmana. Dentro también se encuentran 2 magníficos palacios y la mezquita Djouma.
Bukhara
Su nombre significa “monasterio” en persa, no solo por estar rodeada de una gigantesca y burda muralla de adobe, también por ser un sitio que resguarda templos antiguos de valor incalculable. Torres y palacios repletos de azulejos pintados a mano son parte del primer cuadro de esta accesible ciudad que permite ser recorrida a pie.
Bukhara ha pasado por infinidad de cambios: formó parte de la República Socialista Soviética, ha resguardado a la comunidad judía y es uno de los principales centros de la civilización uzbeka y de la cultura islámica en Asia Central. Por lo anterior, tanto sus monumentos como su centro histórico completo fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993.
Disfrutar de las inigualables vistas que ofrece la arquitectura islámica y sus notorios toques judaístas e influencias persas, es entender de fondo un sitio cuya magia se basa en su pasado. Caminar por sus reducidas calles empedradas permite imaginar un poco de lo que fue el importantísimo intercambio cultural que desde tiempos remotos marcó el rumbo de la historia.
Aunque Bukhara resguarda su aspecto tradicional, también es una ciudad que ofrece a turistas lo mejor en hoteles de lujo. La mayoría conservan una arquitectura del mismo estilo, sin embargo existen infinidad de opciones: desde enormes complejos, hasta pequeños hoteles boutique con una atmósfera más íntima y ligada a las costumbres de la ciudad.
Algunos de los lugares más impresionantes de Bukhara son el Mausoleo de los Samánidas. Este lugar resguarda la tumba del principal líder de dicha dinastía. La construcción es una de las más representativas de la arquitectura islámica de África central y clave en la innovación en técnicas de construcción.
Por otro lado, la Mezquita de Bolo Hauz es una de las más imponentes del mundo. Construida en 1972, frente a la grandiosa ciudadela Ark, podría parecer una mezquita más. Pero más allá de su impresionante y detallada construcción, su encanto es más sensitivo.
La Mezquita de Bolo Hauz fue el centro ceremonial más importante de la zona y su decoración presenta el más puro estilo uzbeka. Sus gigantescas columnas asemejan una gran colmena, mientras que por dentro, aunque es mucho más pequeña de lo que uno espera, impacta el nivel de detalle de cada espacio.
Tashkent
Tashkent es la entrada al pais y tal vez uno de los puntos más importantes de la Ruta de la Seda. Aunque la ciudad no tiene un valor histórico mayor, es hoy en día la capital y el principal centro económico y cultural de Uzbekistán.
Su privilegiada ubicación ha servido desde siempre como punto de encuentro para el comercio de Asia con Europa, algo que luce en cada rincón que sigue mostrando secretos a quien sabe observar.
Su cercanía con el río Chirchik hizo de Tashkent el lugar ideal para el asentamiento de la primer ciudad, que fue colonizada por varios pueblos antiguos y motivo de disputa de importantes personajes, como el mismo Marco Polo.
Tashkent, a diferencia de las ciudades anteriores, muestra una significativa influencia soviética que se refleja en el frío orden urbano. Pero basta con recorrer un poco la ciudad para descubrir que guarda mucho más belleza de la que aparenta. No por nada fue un sitio que Marco Polo describió a detalle en su “Libro de las Maravillas”.
Entre los sitios más importantes de Tashkent se encuentran el complejo Khazrat, que debe su nombre al poeta, artesano y científico Hazrat Imam. Es tal vez una de las construcciones más bellas de todo Uzbekistán, y cobra aún mayor importancia por contener el Corán más antiguo del mundo.
El mausoleo de Kaffal Shashi es otro imperdible de esta ciudad, una construcción dedicada al teólogo, poeta y lingüista Mukhamad ibn Ali Abu Bakr. El sitio ha sido reconstruido varias veces, pero conserva su estructura y detalles originales.
Hasta la fecha una de las principales actividades en la ciudad es la producción y comercialización de seda, algo que le regala un aire de autenticidad a esta monumental ciudad uzbeka.
Recorrer estas 3 majestuosas ciudades es conocer a bocanadas uno de las regiones más encantadoras en toda la historia de Asia. Pequeños escondites entre monumentales construcciones, bazares entre las angostas calles y aires que nos regresan al pasado, son parte de un encanto único en el mundo.