El Monasterio del Nido del Tigre, también conocido como Paro Takstang, es uno de los lugares más reconocidos de Bután, un lugar extraordinario. Esta maravilla arquitectónica, cercana a la localidad de Paro, es la más visitada por todos los viajeros en Butan. Colgado en una pared vertical, a 3100 metros sobre el nivel del mar, aparece esplendoroso entre la niebla y el verde de las montañas, dominando el paisaje.
Las raíces del Monasterio de Taktsang se remontan al siglo 8 y a la existencia de la figura histórica de Guru Riponche, también conocido como Padmasambhava y tradicionalmente venerado como la segunda reencarnación de Buda. La leyenda cuenta Guru Riponche subió hasta la montaña a lomos de Tsogyal Yeshe, a la que transformó en tigre volador para llegar hasta el lugar donde ahora encontramos el Monasterio.
Guru Riponche fue el responsable de la difusión del budismo en Bhutan. Los trabajadores que construyeron el templo se enfrentaron a los acantilados y a la ruta escarpada. Según la leyenda, las Dakinis, diosas femeninas con la capacidad de volar, fueron las encargadas de transportar los materiales de construcción hasta lo alto de la montaña para facilitar el proceso de construcción.
El monasterio está formado por seis templos y un área residencial, que está diseñada para encajar perfectamente en la cornisa de granito y dar acceso a las ocho cuevas de meditación, que se encuentran detrás de los edificios.
Todas las estructuras están interconectadas a través de empinadas escaleras talladas en piedras y pequeños puentes de madera. Las bellas y elaboradas pinturas murales y estatuas, dentro de varios de los templos, ofrecen un profundo conocimiento de los principios de las prácticas y la filosofía budista.
La visita al Monasterio del Nido del Tigre toma un día completo. En promedio, se necesitan entre cuatro y cinco horas para hacer el recorrido de ida y vuelta, más una hora más para recorrer el monasterio.
La caminata hasta el monasterio se realiza por un sendero en buenas condiciones, pero empinado, que les llevará unas tres horas alcanzar el que se considera uno de los templos más venerados del país, aunque el tiempo de subida dependerá de la condición física y las veces que nos paremos a admirar el paisaje, parte del camino se puede realizar a caballo si así lo prefieren.
A lo largo del camino, se podrán observar el bosque de pino con banderas de oración y podrán oír el sonido de cascadas cercanas, que se convertirá en música refrescante para el ejercicio que estarán realizando. Se pueden realizar varias paradas, para hacer más llevadero el trayecto, como en la pequeña cafetería, donde podrán descansar y recuperar energía para seguir el camino.
La segunda mitad de la subida es un poco más fácil. El camino no es tan empinado y se vuelve menos monótono, especialmente cuando uno se acerca al monasterio y lo ve a lo lejos, definitivamente una de las mejores vistas de la caminata es en el punto donde se ve el monasterio.
Una vez en el Monasterio del Nido del Tigre, su guía lo llevará a recorrer los templos. Es importante saber que no se permiten mochilas, equipos de fotografía y zapatos dentro del monasterio. Estos deberán dejarse al personal de seguridad ubicado a las afueras de las murallas del monasterio.
La mejor época del año para visitar Tiger’s Nest, va de octubre a diciembre, siendo el mejor momento para visitar Bután, cuando el clima es fresco y despejado. El clima permanece despejado durante el invierno, aunque puede hacer bastante frío durante este tiempo. La temporada de primavera también puede ser un buen momento para visitar Bután. Las cosas comienzan a calentarse realmente en mayo, y de junio a septiembre llega el monzón.
El Nido del Tigre es impresionante por su belleza y ubicación. Sin duda, un viaje por primera vez a Bután no estaría completo sin verlo. Por lo tanto, si está contemplando un viaje a Bután, considere por completo ir, pues es uno de los lugares más increíbles del mundo.