Islas Maldivas: las pequeñas joyas del Oriente

Islas Maldivas: las pequeñas joyas del Oriente

El país más pequeño de Asia, es también uno de sus mayores tesoros. Compuesto por un archipiélago de bancos de coral en medio del enigmático Océano Índico, las Maldivas son un sitio con ubicación privilegiada, que regala esplendorosas vistas, flora y fauna.

A pesar de ser pequeñas, estas islas resguardan una biodiversidad inigualable. Sus fértiles tierras son perfectas para el crecimiento y reproducción de infinidad de especies exóticas en peligro de extinción. Por esto la riqueza natural de las Islas Maldivas las hacen un sitio digno de las más fantásticas leyendas orientales.

Debido a su especial belleza y ubicación, las Islas Maldivas han sido objeto de luchas entre diferentes imperios, a los cuales han pertenecido en distintos momentos.  A eso se debe su gran cantidad de sitios históricos y tradiciones.

Visitar las Islas Maldivas significa poder admirar otro lado de la cultura oriental, desde una perspectiva con influencias occidentales. La nación es relativamente nueva, comparada a los demás países orientales, pero conserva de fondo el gran respeto y amor por la naturaleza y la espiritualidad.

A continuación hablaremos sobre los 3 sitios icónicos que hacen de las Maldivas un tesoro tan especial.

Mezquita del Sultán Mohamed Thakurufaanu

También llamada “Mezquita de Viernes”, sin duda es la construcción más simbólica de las Islas Maldivas por su gran belleza y pasado. Fue construida en 1984 en honor a Mohamed Thakurufaanu, un sultán ambientalista y gran estratega militar que gobernó en el siglo XIV. Dicho gobernante es considerado héroe nacional por haber combatido a los portugueses, que intentaron invadir las islas.

La bella construcción con paredes de mármol blanco y grandes lámparas de araña reúne a diariamente a miles de fieles budistas y turistas. Algo característico es que su enorme cúpula dorada se logra observar desde la costa a la entrada de Malé.

La sala principal de la mezquita tiene capacidad para 5000 personas. Abre sus puertas de las 9 am a las 5 pm, y para poder entrar se debe cumplir con el código de vestimenta: hombres pantalones largos y mujeres falda larga o vestido.

Jardines del Sultán

Estos bellos jardines repletos de flores y árboles frutales fueron en su momento parte del Palacio del Sultán, del que ahora los pocos vestigios restantes conforman el Museo Nacional de las Maldivas.

Este inmenso parque es considerado el lugar más agradable de Malé, pues forma un oasis verde en medio de la activa capital. Sus estanques cubiertos con lirios de colores, las pequeñas bancas y el canto de las aves, hacen de este sitio un lugar perfecto para pasar un momento de paz y relajación.

Muchos aprovechan la visita a estos jardines para escribir, caminar y admirar el paisaje. Una atracción imperdible para quienes visitan la ciudad.

Palacio del Presidente (Muliaage)

Mejor conocida como Muliaage, que significa “Casa de Muli”, este hermoso sitio ubicado a un costado del Palacio del Sultán fue construido por el sultán Muhammad Shamsuddin para recibir a su hijo, el príncipe Hassan Izzudin, al volver de sus estudios.

Hassan lo ocupó por algunos años, en los que fue sede de numerosas exposiciones, bailes y espectáculos culturales, hasta que en 1934, el príncipe fue derrocado por su tío. El palacio estuvo abandonado hasta que finalizó la Segunda Guerra Mundial, y tras la abolición de la monarquía en el país, se convirtió en la residencia presidencial.

La construcción guarda un estilo tipo bungalow, muy de moda a principios de siglo en el oriente. Aunque no es un edificio muy grande, su encanto se encuentra en cada detalle. Desde los colores, hasta los bellos y cuidados jardines, el palacio hasta la fecha luce como un lugar de cuento.

Las Islas Maldivas son un sitio ideal para la práctica de actividades de submarinismo, sobre todo el buceo. Los enormes y coloridos arrecifes de coral que rodean el archipiélago son hogar de una inmensa variedad de especies.

Además, al visitar las islas, se puede disfrutar de exclusivos y lujosos hoteles, la mayoría con acceso a las hermosas playas. Entre los principales complejos de lujo en Maldivas se encuentran el Ayada Maldives, el Maalifushi y el Four Seasons Resort Maldives.

Todos están conformados por un conjunto de hermosos bungalows en medio de las cristalinas aguas del océano, con restaurantes gourmet y servicios personalizados para buceo. También se encuentra el extravagante Cheval Blanc Randheli, que es propiedad de la firma de lujo francesa Louis Vuitton Moët Hennesy.